El mundo del deporte de élite es sumamente exigente, y sólo los equipos –y profesionales- que son capaces de articular un equipo de alto rendimiento, motivarlo y desarrollar una estrategia correcta, son los que alcanzan el éxito.
¿Qué relación tiene la F1 con un proyecto?
¡Mucha! De hecho, podemos asimilar cada temporada con un proyecto, de forma que cumpliría las características fundamentales:
- En cada temporada se generan productos únicos e irrepetibles como el propio coche.
- Tiene un principio y un fin previamente determinados.
- Consumen recursos y disponen de presupuesto.
- En el transcurso de la temporada hay que gestionar y coordinar a áreas funcionales y departamentales muy diversas.
- Además, tiene su propio ciclo de vida, marcado por diferentes fases; como puede ser la preparatoria antes del inicio de las carreras y las diferentes pruebas.
Una vez que coincidimos que un equipo de F1, actúa como en un entorno de proyectos, creo que es de interés, analizar si algunas de las actividades y aptitudes que se pueden encontrar, se pudiesen aplicar a nuestros proyectos.
5 aspectos clave
Así, de las muchas lecciones aprendidas que se pueden extraer de los equipos de F1, me gustaría resaltar las cuatro siguiente, que a mi juicio son quizás, las claves para el éxito en la temporada.
Liderazgo
En estos proyectos tan exigentes desde el punto de vista de sacar el máximo partido a los miembros del equipo, es fundamental que, en su seno, exista un liderazgo claro y potente, que haga que la visión de la organización (la escudería), se transmita a todos los componentes del equipo y que impregne y motive.
Motivación
Por lo tanto, me gustaría ligar este aspecto con la motivación de los diferentes miembros del equipo. Así, no debemos caer en el error de usar siempre un mismo tipo de liderazgo ni una misma forma o marco de gestión, sino que el líder (Director del proyecto) debe identificar qué tipo de liderazgo es más eficaz dependiendo del perfil de su equipo y del entorno.
En cualquier caso, en equipo de alto rendimiento, es fundamental el ver cada una de las piezas del mismo –miembros- de una forma holística, y utilizar enfoques ágiles. Siendo la delegación un aspecto clave. De la misma forma, el conseguir que el equipo realmente adquiera la visión y quiera conseguir los objetivos por sí mismos, sin la presión del director del proyecto, es el reto y el objetivo de éste.
Talento
No se puede ensamblar un equipo ganador sin talento. De hecho, los equipos de F1 están constantemente buscando el mejor piloto o el mejor mecánico o el mejor… -lo que sea-. Con la seguridad de que el disponer de un talento superior al de la competencia les hará ser más competitivos.
Así, una organización debe pensar cómo adquirirlo y cómo mantenerlo. Y no siempre es una cuestión económica, de hecho, algunas de las principales razones por las que un trabajador abandona una empresa es por tener problemas con su jefe o que el proyecto no les motiva. De hecho, la clave es hacer que cada uno de los miembros del equipo tengan la confianza y la seguridad de que están haciendo algo relevante.
Por lo que también hay que tener en cuenta los aspectos intangibles que pueden hacer que los mejores quieran estar en tu equipo.
Experiencia
El conocimiento teórico es mucho, la experiencia también y la combinación de las dos cosas es garantía de éxito. Así, el haber desarrollado proyectos anteriormente, permite a los miembros del equipo identificar problemas e ineficiencias antes de que estos ocurran, diseñando soluciones incluso antes de que éstos ocurran.
Las lecciones aprendidas, resultado de las experiencias de proyectos anteriores son una de las bases de la gestión de proyectos, de hecho, el manual de PMI® PMBOK (Project Management Body of Knowledge) no es más –ni menos- que un compendio de estas buenas prácticas. Por lo que un director de proyecto no puede obviar el conocimiento existente y debe buscar un equilibrio óptimo en experiencia y juventud en su equipo.
Gestión por objetivos
MBO (Managing by objectives); es una de las características de un equipo de alto rendimiento: son capaces de fijar en las actividades objetivos de desempeño (por ejemplo, de costo y/o tiempo) y miden constantemente los resultados, de forma que puedan orientar el esfuerzo a la mejora continua y a la consecución de objetivos.
Un ejemplo lo podemos ver en el proceso de cambio de neumáticos en las carreras: las actividades están perfectamente definidas y medidas, cada participante en el proceso conoce perfectamente su rol y todos trabajar unidos. Pero para aumentar su rendimiento, deben medir tanto el desempeño global del cambio de neumáticos, como de las tareas necesarias para desarrollarlo.
De esta forma se fuerzan a buscar soluciones para mejorar poco a poco si quieren cumplir objetivos, ya que éstos se van haciendo cada vez más exigentes… la competencia aprieta…