La metodología de PMI pone mucho énfasis en asegurar que los entregables que se van desarrollando en el proyecto, además de cumplir los requisitos de calidad necesarios, también cumplan los definidos por el cliente y por tanto con sus necesidades. De forma que el proyecto cumpla no sólo los requisitos definidos en el plan para la dirección del proyecto, sino (y también) sus necesidades reales.
Así, es interesante analizar cómo van evolucionando los entregables, desde su ejecución en el proceso 4.3, hasta el cierre del proyecto o fase en el 4.6.
Si nos centramos en los controles de recepción de los entregables, éstos pasan por las siguientes fases:
Un ejemplo
Me gusta poner el ejemplo de un caso que nos ocurrió en un proyecto de construcción; un cliente solicitó que se le ejecutara una ducha de obra, con un diseño especial muy personalizado. Así, el interiorista encargado de hablar con él, definió con detalle el trabajo a realizar y se ejecutaron las tareas necesarias para construir la ducha (4.3).
Una vez terminado el trabajo, se comprobó que el ENTREGABLE cumplía los requisitos de calidad definidos, tanto en la normativa general de la construcción, como en las definidas para este caso concreto (8.3), por lo que el entregable fue VALIDADO.
Posteriormente, el interiorista se reunió con el cliente para realizar la entrega de la obra al cliente. Previamente, había comprobado que cumplía con los requisitos definidos en el plan. Pero al hacerlo, el cliente apuntó a que se había realizado un peldaño de acceso a la ducha demasiado alto, por lo que no aceptaba el trabajo (No se habían identificado correctamente todos los requisitos).
Se corrigió esta eventualidad, y el cliente firmó la recepción de la ducha, por lo que el entregable fue ACEPTADO (5.4). Así, con el entregable aceptado se pudo CERRAR el proyecto (4.6).
Espero que con este ejemplo tengáis más claro la evolución de los entregables para que sean recepcionados.
