Según PMI© un proyecto es un esfuerzo temporal para conseguir un producto o servicio único. De esta definición se desprende de cuando deseemos conseguir algo, definido y en un tiempo determinado, estamos ante un proyecto.
En el diario cinco días, aparecía un interesante artículo cuyo encabezado era “¿Cómo gestionaría Löw una empresa?” y en el que se explicaba cómo se podía asimilar el trabajo de un entrenador de futbol, en este caso el de la selección alemana ganadora del mundial de fútbol, a la gestión de una empresa.
Costa Rica es la PYME del mundial!
En este artículo se alaba el trabajo de Low, y se indica que según la consultora brasileña Pluri Sport Metric, su equipo antes del mundial tenía de un valor de 449,5 millones de euros antes del mundial, experimentado un crecimiento del 15% en términos de valor y ahora alcanza la cifra de 519 millones de euros.
Aunque la mejor, en términos de revalorización ha sido Costa Rica, con un valor de 39 millones de euros antes del torneo ahora pasa a 50. En cambio, España, de los 486 millones iniciales, ha descendido a 451 millones de euros. “Costa Rica ha sido sin lugar a dudas la pyme del Mundial”.
Es un proyecto!
Bajo nuestro punto de vista, un campeonato deportivo, se puede considerar un proyecto. De hecho, cumple la definición; es un esfuerzo temporal, hasta el final del mismo, debe gestionar diferentes recursos y conduce a un resultado tangible: la consecución del propio campeonato.
La cuestión es, que el éxito a veces no se puede conseguir. Aunque, desde luego, dependiendo del equipo analizado, el éxito puede ser ganar la final, pero para otros, el pasar de la primera fase, también es alcanzar el éxito.
Así, la sociedad deportiva, el patrocinador del proyecto, puede definir a una figura que va disponer de una visión global sobre todas los aspectos y quien liderará al equipo; al project manager.
El plan del proyecto
En realidad, antes de arrancar, hay que definir un plan perfectamente claro en el que se defina qué se va hacer desde el momento en que se fijan los objetivos del campeonato hasta el desenlace del mismo, a saber (entre otros):
- Definición del alcance del proyecto: qué trabajo hay que desarrollar.
- Establecimiento de un presupuesto (línea base de costos).
- Definición de fases de gestión y de un cronograma detallado de las actividades a realizar.
- Plan de gestión de los recursos humanos.
- Plan de comunicación.
- Plan de gestión de riesgos.
Ejecución, control
Cuando se ponga en marcha el trabajo, tanto en la fase de preparación hasta en el propio desarrollo del campeonato, el director del proyecto debe ir monitoreando y controlando cómo se va ejecutando y los resultados que se van obteniendo, de forma que se pueda ir replanificando y redirigiendo las estrategias para asegurar los objetivos deseados.
En este caso, el aspecto más importante es la gestión de los jugadores, de hecho, en el artículo anteriormente citado, se compara la filosofía de trabajo del equipo Alemán, centrada en el “bloque” y en el espíritu de equipo, contra otras opciones basadas en una figura individual sobre la que gira el resto.
Desde luego, la gestión de los conflictos es uno de las claves en equipos donde los profesionales están altamente cualificados y reconocidos, y el conseguir que todos “remen” en la misma dirección es la opción correcta. No hay que olvidar que según Tuckman todos los equipos de nueva formación pasarán por una fase de “Storm” en la que surgirán desajustes, problemas y crisis, pero la forma en cómo se resuelvan, marcará el rendimiento futuro del equipo.
Cierre y lecciones aprendidas
Al final, todos los proyectos se acaban (algunos prematuramente!) y llega el momento del análisis y de la recopilación de lecciones aprendidas, de forma que de que los equipos intenten no repetir los errores del pasado o de repetir las cosas que le han salido bien.
La cuestión es que el entorno en que se desarrollan estos proyectos es altamente cambiante y se ven afectados por los proyectos de otros equipos, con unos objetivos muy similares y… solo puede ganar uno.