Una de las prácticas más usadas y más útiles en los marcos de gestión de proyectos ágiles es la creación de prototipos que ayudan a comprobar que el producto o servicio que se pretende desarrollar es el correcto y cumple las necesidades sin necesidad de terminar todo el proceso y disponer del producto -o servicio- terminado. La idea es genial, pero no siempre termina de funcionar bien, especialmente si no se dispone de una estrategia para el desarrollo del producto y se pone mucho cuidado y atención en cada uno de los prototipos generados
Buscando feedback
Podemos encontrar que la creación de prototipos se utiliza en muchas ocasiones. Por ejemplo se aplica en Lean Start-up: Es una metodología ágil para desarrollar productos o servicios que busca recortar los tiempos de desarrollo a través de la creación de prototipos que se presentan a los usuarios e interesados clave y así obtener su feedback. De forma que, dependiendo de su respuesta, se sigue avanzando por la dirección prevista, o por el contrario, se descubre que el enfoque no es correcto y hay que re-orientar el proyecto. Su leitmotive es “si fallas, hazlo rápido”. Es un marco que realmente funciona muy bien y con el que se desarrollan muchos proyectos exitosos.
De hecho, en las fases de ideación es cuando más valor producen los prototipos. También los podemos encontrar en el marco del Design Thinking (popularizado por David M. Kelley IDEO en la década de los años 80 del siglo pasado), donde su uso es clave. Sirve para confirmar el trabajo realizado y para identificar incluso nuevos requisitos a incorporar en las fases siguientes.
De la misma forma, tanto si usamos marcos ágiles de gestión de proyectos como Scrum u otros métodos amplios como PRINCE2® o PM2, se aconseja el desarrollo de un prototipo (al menos) que permita conocer con más detalle el producto a conseguir y, en ese momento, incluso actualizar el estudio de viabilidad (Business Case) del proyecto. Reconociendo que es en este momento, cuando, al disponer de “algo tangible”, se pueden afinar las estimaciones de tiempo y costo y, por tanto, refinar también, la viabilidad del proyecto.
Lo usa SpaceX
Una de las muchas compañías que utilizan este enfoque de prototipado es SpaceX. Tanto es así, que cuando alguno de sus cohetes explota en una de sus pruebas, no aparece una crisis ni sus equipos se alarman; todo lo contrario. Reproducimos las declaraciones del ingeniero John Insrucker después de fracasar un test: “Tuvimos, de nuevo, otro gran vuelo. Tenemos que trabajar un poco en ese aterrizaje. Obtuvimos muchos datos buenos, y el objetivo principal, demostrar el control del vehículo en la reentrada subsónica, parecía ser muy bueno, y sacaremos mucho de eso»
Estas palabras indican que, dentro de su estrategia de desarrollo del proyecto, está perfectamente integrada la creación de prototipos y que cada uno de ellos tiene un fin determinado. De hecho, construye varios prototipos al mismo tiempo. Elon Musk declaró, en el marco del proyecto que su compañía SpaceX está desarrollando para poder poner a un ser humano en Marte que las reglas que rigen la seguridad de los test de aeronaves en USA (FAA), deberían relajarse y así facilitar el uso de los test “si la humanidad quiere llegar a Marte”.
¿Qué puede salir mal?: proyectos misiles hipersónicos
En la prensa internacional han aparecido noticias realmente impactantes respecto al desarrollo de misiles hipersónicos que, debido a sus especiales características podrían desnivelar cualquier equilibrio de fuerzas militares, otorgando supremacía a los países que dispongan de ellos. Podríamos pensar que las grandes potencias militares los tienen o están a punto de tenerlos, pero no es así exactamente: mientras Rusia y China sí lo han conseguido y sus éxitos en esta materia se multiplican, EEUU no es capaz de desarrollar un proyecto viable y se ha quedado descolgado de esta tecnología tan sumamente estratégica.
Según Defence One, el gran problema de este fracaso es el enfoque que el Departamento de Defensa ha decidido: muchos programas de diferentes proveedores que compiten entre sí y a los que se les ha impuesto un “calendario de prototipado y testing rápido”. Todo lo contrario que sus competidores que han apostado por concentrar el esfuerzo en proyectos concretos.
El exjefe de desarrollo de ‘software’ del Pentágono Nicolas Chaillan, considera que la estrategia no es la correcta y que las excesivas prisas y la falta de una estrategia adecuada pueden ser las causas principales.
Conclusiones
De los casos expuestos anteriormente y según nuestra experiencia, el prototipado es clave para el éxito en el desarrollo de un proyecto y debe integrarse en la planificación del mismo. Pero, para que sea todo un éxito, cada prototipo debe tener un objetivo que encaje, como hemos indicado en la estrategia del proyecto, y muy importante, que el prototipo se desarrolle con la calidad adecuada, de forma que no falle lo que no queremos probar. De hecho, los fallos no planificados o catastróficos del prototipo son realmente frustrantes (Por tercera vez, el prototipo del misil hipersónico americano no pudo ni desacoplarse del B52) e impiden avanzar en el proyecto.
En los casos donde hay mucha incertidumbre, es muy útil realizar safe-to-fail experiments de forma que los test o experimentos se realicen en un entorno tal que si fallan tienen un efecto controlado y mínimo en el proyecto o en la propia organización (BAU Business As Usual) en caso de implantación de nuevos procesos o servicios.