Si algo tenemos claro es que la internacionalización es uno de los caminos más potentes para el desarrollo de empresas y de profesionales. Ya sea, colaborando o trabajando para empresas extranjeras que quieran implantarse en España (o para ofrecer servicios e inversiones a foráneos en nuestro país), o directamente, salir al exterior.
Un problema clave en muchos casos es la diferente forma de hacer, es decir; diferentes regulaciones, complicadas homologaciones de la formación universitaria, etc. Es un escoyo que es obligatorio superar.
Tenemos suerte!
Pero sí que hay algo que es común a todos los países, sectores e industrias. Me refiero a cómo gestionar los proyectos. Cada proyecto es único, de hecho, si recordamos la definición de PMI©, nos dice que es un esfuerzo temporal único, por lo que no hay dos iguales. Pero el común denominador de todos es la metodología a seguir.
De ahí, la importancia de conocer y dominar algún estándar internacional de gestión de proyectos como la guía para la gestión de proyectos PMBOK© (Project Management Book of Knowledge), en la que se describen las buenas prácticas a seguir en cualquier proyecto.
De la misma forma, en el modelo de PRINCE2©, también se considera el hecho de la singularidad. Evidentemente, es función del Project Manager decidir qué procesos y en qué grado los debe utilizar en su proyecto, ya que antes de iniciar la gestión de un proyecto, es necesario reflexionar y definir con sentido común, qué estrategia de gestión y qué aspectos serán los más importantes del proyecto.
ilustración: angel najera©
Así nos entendemos todos.
He nombrado dos estándares de gestión de proyectos, PMI y PRINCE2, cuyos orígenes son anglosajones; el primero de USA y el otro de UK. Pero sin duda son las metodologías más extendidas y es un hecho contrastado que se están aplicando en todo el mundo, por equipos de todos los países. La potencia que tiene conocerlos y estar certificados en su manejo (PMP –PMI ó PRINCE2 practitioner), es realmente espectacular, ya que cuando nos enfrentamos a un proyecto internacional, si los agentes dominan estos modelos, todo es mucho más sencillo.
Desde la comunicación inicial (todos hablan el mismo idioma de gestión y conocen los conceptos), hasta la forma en cómo se debe gestionar el proyecto (basada en las metodologías citadas); es común a todos y por lo tanto el equipo ya tiene avanzado una parte importante del camino.
Somos de un club
Además de la empatía que se genera entre los agentes participantes. Así, si estáis involucrados en la gestión de proyectos o si queréis participar en algún proyecto internacional, el poseer una certificación internacional es una muy buena forma de empezar.