Ayer volvimos a ver un titular demoledor en la versión digital de eleconomista.es “China teme el estallido de una burbuja inmobiliaria”.
Da la sensación de que ha pasado un tanto inadvertido, pero el alcance que puede tener la existencia (primero) y el estallido (después) de una burbuja inmobiliaria en China puede ser realmente catastrófico para la débil recuperación mundial.
Os recomiendo su lectura https://www.eleconomista.es/vivienda/noticias/3453831/10/11/China-teme-el-estallido-de-una-burbuja-inmobiliaria.html
Además seguro que os sonarán bastante muchas de las cosas que se dicen, ya que, por ejemplo, se afirma que uno de los problemas a los que se enfrenta el sector inmobiliario, se base en que los promotores, debido a la gran expansión inmobiliaria a partir de los 90, y a los grandes beneficios, se han endeudado fuertemente, según los analistas financieros internacionales excesivamente. Por lo que un parón en las ventas (y por tanto en la producción) puede resultar fatal a la hora de poder hacer frente a los pagos de su deuda.
¿Esto es China o España –otra vez-?
Pero fue a partir de 2008 cuando se abrieron las puertas del crédito de forma masiva, haciendo que el sector inmobiliario fuese realmente atractivo. La economía China es como un autobús que va a toda velocidad (crecimiento sostenido y cercano al 10%), que si se detiene estalla!. Como en la película! O cómo en el libro de Stephen King “La larga marcha” donde parar significa morir.
Los gobernantes chinos han intentado controlar la burbuja y han tomado acciones para enfriar el mercado, pero según los promotores como Zhang «Estas medidas acabaron realmente con el mercado«.
«Las perspectivas a corto plazo para los promotores inmobiliarios son cada días más sombrías«, según Capital Economics, que subrayó que las ventas en el tercer trimestre cayeron 15% en términos interanuales. Y según Standard &anf Poor’s, algunos promotores tendrán que enfrentar el año que viene pagos que superan las ventas previstas.
Y termina el artículo con otra afirmación lapidaria: “Una caída del sector inmobiliario podría originar disturbios si millones de propietarios se ven perjudicados por la caída de los precios”.
Pero esto no es nuevo.
De hecho en este blog también nos hicimos eco el año pasado de un caso que está a medio camino entre curioso y preocupante, y es el de Kangbashi: “la ciudad fantasma china”.
Y no es que esté embrujada ni nada por el estilo, la cuestión es que es un nuevo distrito en la ciudad de Ordos, donde se han desarrollado viviendas e infraestructuras para más de 1 millón de personas, y donde apenas vive nadie. Vamos que podrías filmarse otra secuela de “El último hombre en la tierra”.
Pero lo realmente preocupante, a nuestros ojos de Españoles inmersos en la crisis inmobiliaria, es que está vendido más del 80% y los precios siguen subiendo.
A mi me suena a burbuja!
Parece que China tiene todos los ingredientes para estar generando una burbuja inmobiliaria; la construcción es uno de los pilares de la economía y cuanto más se construya mejor va el país, ha habido facilidades de financiación y se ha vendido mucho.
Y también parece que tiene los ingredientes de una explosión: bajadas de los ritmos de ventas, promotores excesivamente apalancados y… empieza a olerse el miedo en los vendedores.
Lo que está claro que China es muy diferente a España, así que esperemos que también lo sea en la forma en que afronte este reto. Por el bien de todos.