Si de algo estamos seguros es de que hay que autorizar los proyectos de forma adecuada. Evidentemente, dependiendo del tipo de proyecto, su importancia para la organización o el cliente, su grado de definición o incertidumbre -entre otros factores-, lo haremos de una forma u otra.

En cualquier caso, no se debería comenzar un proyecto sin estar seguros de que, tanto el cliente como los encargados de generar la solución a su necesidad/problema tengan un entendimiento adecuado y acordado de la situación. Así, el documento que proponemos sirve como mecanismo para autorizar un proyecto y como base para su planificación posterior.