Si de algo estamos seguros es de que para conseguir alcanzar el éxito de nuestro proyecto debemos identificar correctamente los requisitos y necesidades de los agentes a los cuales afectará. Evidentemente es clave conocer los de nuestros clientes o usuarios, pero desde luego no hay que olvidar al resto.
Lo que nos enseña la televisión
Ahora que tenemos acceso a numerosos programas televisivos que nos cuentan lo cotidiano de lo que pasa en países como Estados Unidos o Canadá, podemos apreciar cómo muchas de las buenas prácticas de gestión de proyectos contempladas en el PMBoK (Project Management Book of Knowledge de PMIÓ –Project Management Institute USA-) aparecen como algo natural e intrínseco en la forma de pensar de sus habitantes. No hay que olvidar que las modernas técnicas de gestión de proyectos se originaron en países anglosajones. Puedes leer algo sobre uno de los primeros proyectos en los que se aplicaron técnicas de gestión de proyectos en este artículo.
Un ejemplo a destacar es el programa que se llama “Love it or list it?” que trata de cómo una familia que compra una casa, pasado un tiempo ya no están contentos con ella ya que no cubre sus necesidades habitacionales básicas y por lo tanto tienen que buscar una solución. La trama del programa se basa en que se le plantean dos soluciones:
Primer paso: identificar requisitos y restricciones.
La trama como hemos visto es sencilla, pero lo interesante desde el punto de vista de la gestión de proyectos y en concreto de los requisitos y su relación con el éxito del proyecto (en este caso lo podríamos medir según los propietarios se decanten por seguir en su casa reformada o por venderla y comprar una nueva), es cómo se explicitan tanto los requisitos como las restricciones.
Así, nada más exponer el problema, en la dinámica del programa se organiza una reunión o entrevista con los propietarios que le indican a Hilary lo que debería incluir su casa para seguir en ella –requisitos-, como por ejemplo: concepto abierto, armario zapatero en la entrada, un baño nuevo, etc y le dan un presupuesto para conseguirlo –restricción-.
De la misma forma a David, le informan de sus necesidades: vivir en el mismo barrio, terraza amplia, 4 dormitorios, etc y también le dicen cuál sería su presupuesto de compra. Finalmente se establece un plazo para la reforma y se ponen en marcha.
Es difícil cumplir todos los requisitos…
De hecho en este programa, nunca se cumplen todos los requisitos planteados, y la razón es muy sencilla: si en alguna de las opciones tanto la de Hilary como la de David se cumpliesen, se perdería la intriga de saber cuál de las dos posibilidades eligen los propietarios, ya que el producto final sería exactamente lo que necesita la familia y estarían por tanto completamente satisfechos.
Así, el clímax del programa se alcanza cuando Hilary les enseña su estupenda casa reformada, pero en la que no se han podido ejecutar todas las mejoras necesarias y cuando seguidamente David les oferta una fantástica propiedad, pero claro, que tampoco cubre totalmente sus expectativas.
Por tanto, la intriga se mantiene, las dudas asaltan a los propietarios quienes, sin estar completamente satisfechos con ninguna de las soluciones, tienen que elegir la mejor de las opciones.
Requisitos = éxito
Sin duda podemos concluir que el éxito de un proyecto dependo en gran parte de la capacidad de identificar a los agentes o stakeholders que se verán afectados por el proyecto y de conseguir identificar, para poder posteriormente incorporar en el alcance del mismo, los requisitos principales. De forma que cuando le presentemos a nuestro cliente el resultado del proyecto, sin duda estará satisfecho.
