El otro día, escuchando un podcast de Cesar Abeid (autor de PM for the masses), tuve la oportunidad de escuchar sus experiencias en su nuevo puesto de trabajo. Acababa de empezar en WordPress –empresa líder en páginas web-. Realmente, parecía entusiasmado y parecía estar satisfecho. Pero lo que me resultó interesante fue cuando explicaba que en WordPress la organización es muy horizontal, donde es muy fácil poder acceder a los máximos responsables. De hecho, decía que el nombre de los puestos de trabajo eran algo muy secundario. Hasta el punto de que uno podía decidir qué poner en la tarjeta.
Reducir la verticalidad y aumentar la horizontalidad
Esta tendencia es cada vez más patente en las estructuras empresariales, como ejemplo, podemos ver cómo el propio BSCH realizó en 2015 una “revolución” en su organización: Banco Santander culmina la simplificación de la estructura corporativa y reduce la alta dirección. Reduciendo número de divisiones de 15 a 10 y el número de directores generales se reduce en 7, un 23% menos. Justificándolo porque una estructura corporativa más simple permite trabajar mejor, ser más eficientes y más competitivos.
Como plasmar la teoría en la práctica
Además, para ayudar a conseguir estos objetivos de horizontalidad y aumentar la comunicación, las infraestructuras –la oficina- tienen que ayudar: otro gran ejemplo lo encontramos en las nuevas oficinas de la multinacional Ernst & Young en Madrid. En su nueva sede, ni el propio presidente -como el resto de los empleados-, tiene despacho fijo. Han optado por diseñar un sistema de espacios abiertos, sin puestos fijos, y donde los papeles deben desaparecer al final del día (no paper). Lo único asignado de forma personal es una taquilla. El objetivo, según declara su director en este artículo es: “que todos aprendamos de los demás”.
Cambio de paradigma: aplicar principios ágiles.
Todo lo expuesto anteriormente tiene mucho que ver los proyectos. Yo diría como poco desde dos puntos de vista:
- Estos cambios del negocio se deben realizar a través de proyectos (o programas). De forma que los beneficios identificados puedan obtenerse progresivamente y además asegurando que se haga de una forma eficiente, en el tiempo y con los recursos adecuados. Incluso la propia mudanza puede ser todo un reto, como, por ejemplo, el que tuvo que hacer KPMG en 2016 cuando cambiaron de sede (Así es la mudanza faraónica de una gran multinacional); más de 90 toneladas de documentación tuvieron que trasladar.
- Desde el punto de vista de la gestión de proyectos, en la aplicación de principios ágiles, podemos encontrar algunos como: responsabilidad común del equipo y colaboración que desembocan en formar equipos multidisciplinares, totalmente horizontales donde no existen jerarquías ni puestos prefijados, todo lo contrario: todos son miembros de equipo. De hecho, cuando hay que repartir y asignar las tareas a realizar, son los propios team members quienes eligen lo que quieren hacer.
La clave: equipos transcendentes
Personalmente, coincido con estas tesis, si bien, también hay que puntualizar que no en todos los casos ni en todos los equipos es adecuado aplicar esta teoría. Realmente, cuanto más maduros sean los equipos, mejores serán los resultados y sobre todo, los participantes en el proyecto –o los miembros de la organización-, deben estar convencidos de que lo que están haciendo es relevante y aporta valor a su empresa o al cliente, en general a la sociedad: transcendente.