Sin duda, siempre han existido riesgos, pero en estos momentos y en el mundo global en que vivimos, los riesgos que antes quedarían fuera del ámbito de nuestros proyectos, nos pueden afectar. De hecho, en un informe de Protivity y la Universidad de North Carolina State´s Pool College of Management, de afirma que la mayoría de los ejecutivos considera que la magnitud y número de riesgos será mayor en este año 2017.
Por lo que, en este entorno de incertidumbre, podemos decir que nuestros proyectos se desarrollarán en lo que se me gusta denominar la nueva normalidad, que consiste en dar por sentado que durante la vida de nuestro proyecto, éste ser verá afectado por muchos eventos que probablemente, en principio no pensásemos que pudieran hacerlo, y además será contínuo…
Top risks de 2017
Así, a modo informativo, y según el informe anteriormente citado los riesgos más importantes para el 2017 son:
1º Problemas económicos.
2º Cambios en las normativas y regulaciones.
3º Ciberseguridad.
4º La velocidad en la innovación.
5º Protección de la identidad.
Como se puede ver son riesgos globales que, sin duda, pueden afectar a nuestros proyectos, sobre todo cuanto más internacionales y de mayor duración sean. De hecho, los proyectos en cuya duración se prevean cambios de gobierno político deben valorar las posibles consecuencias de éstos.
Proactividad = protección
El camino para enfrentarse a esta situación, pasa por disponer de una actitud proactiva respecto a la identificación de los riesgos, y a la valoración de sus posibles consecuencias e impacto. Esta actitud proactiva también debe incluir la comunicación abierta y directa con los clientes del proyecto y con los principales stakeholders, de forma que, a partir del conocimiento consciente de los riesgos del proyecto, se puedan abordar soluciones preventivas que aumenten la seguridad del mismo.
Los riesgos, no se pueden evitar, incluso si se pudiesen eliminar todos, probablemente no sería económicamente adecuado, por lo que obligatoriamente debemos vivir en un entorno de riesgo y debemos gestionarlos. En cualquier caso, el establecimiento de unos procesos sistemáticos de identificación, análisis, respuesta y control de los riesgos desde un punto de vista corporativo, debe ser, bajo mi punto de vista, incuestionable. Hay que recordar en este punto que, por ejemplo, en la metodología PRINCE2®, para poder asegurar la viabilidad del proyecto a lo largo de su ciclo de vida (Continious Business Justification), es imprescindible –obligatorio- el gestionar los riesgos.
Por lo que muchas empresas y organizaciones están optando por reforzar sus equipos y sistemas en lo que a la gestión de riesgos (Risk management) se refiere; implantando PMOs (Project Management Office), formando sus equipos, aumentando su proactividad y estructurando sus proyectos con fases de gestión con puertas que permitan –de hecho, obliguen- a valorar el entorno de sus proyectos y los riesgos que le afectan, sistemática y periódicamente.
Metodologías en gestión de riesgos
Esta tarea se facilita si se incorpora el conocimiento existente en gestión de riesgos a los procesos de gestión de proyectos y para ello, es fundamental conocer las metodologías más aceptadas. A resaltar sin duda PMI-RMP® (Risk Management Professional del Project Management Institute), M_o_R® (Management of Risk de AXELOS –PRINCE2®) o la norma ISO 30.500. Todas ellas plantean modelos de gestión y buenas prácticas comunes realmente interesantes y útiles para aumentar las defensas de las organizaciones contra los riesgos.
Si necesitas más información sobre gestión de riesgos, tanto en formación como en implantación, te invito a que te pongas en contacto directamente conmigo o que accedas a nuestra web www.wolfproject.es
Curso de preparación de la certificación PMI-RMP®
